Hace mucho tiempo, cuando los hombres se encontraban perdidos, sin saber a dónde ir o qué hacer, la Tierra era un lugar lleno de incertidumbre. Las cosechas no prosperaban, la guerra era constante, y la confusión gobernaba el corazón de los hombres. Desesperados, un grupo de aldeanos decidió acudir a los orishas en busca de ayuda.

Recurrieron primero a Orunmila, el orisha de la sabiduría y el destino, quien les escuchó pacientemente. Les dijo: "Para encontrar la paz en sus vidas, deben consultar al orisha que conoce todos los caminos, aquel que tiene el poder de abrir y cerrar las puertas del destino. Deben ir al bosque, donde lo encontrarán". Los hombres, agradecidos por el consejo, se adentraron en la espesura del bosque.

Mientras caminaban, el silencio del bosque fue roto por el sonido de un bastón golpeando el suelo y un joven de apariencia humilde, con una sonrisa traviesa en los labios, apareció ante ellos. Vestía ropas sencillas y en su mano llevaba un bastón adornado con conchas. Era Bara, el orisha de los caminos, conocido por su astucia y sus juegos. Sin saber quién era realmente, los hombres se acercaron a él en busca de ayuda.

Bara les observó con una mirada curiosa y les dijo: "Veo que están perdidos. La vida está llena de decisiones y cada una de ellas los lleva a un destino diferente. Yo soy el dueño de los caminos, y soy yo quien puede abrir o cerrar sus puertas".

Los hombres, desconcertados, le preguntaron cuál era el camino correcto para seguir. Bara, astuto como siempre, les respondió: "Existen dos caminos frente a ustedes. Uno es corto y lleno de placeres inmediatos, pero lleva a la desdicha. El otro es largo y lleno de desafíos, pero al final encontrarán la verdadera paz y prosperidad. Yo puedo abrir uno de estos caminos, pero solo si me lo piden de corazón. Sin embargo, recuerden, las puertas que abro pueden no ser fáciles de cruzar".

Intrigados y un poco desconfiados por la apariencia juguetona de Bara, los hombres decidieron hacerle caso. Bara, con su bastón, golpeó el suelo y ante ellos se desplegaron dos senderos. Uno parecía fácil, lleno de flores y belleza. El otro, oscuro y lleno de obstáculos.

Muchos, tentados por la belleza del primer camino, comenzaron a caminar por él. Pero pronto, las flores se convirtieron en espinas, y la comodidad se transformó en dolor y miseria. Aquellos que eligieron el segundo camino, aunque difícil, fueron recompensados al final con prosperidad y tranquilidad, tal como Bara había prometido.

Desde entonces, se comprendió que Bara no solo es un bromista y travieso, sino también el guardián del destino y las oportunidades. Él enseña que, en la vida, las decisiones rápidas y fáciles no siempre conducen a los mejores resultados, y que la paciencia y el esfuerzo son recompensados con bendiciones duraderas. A partir de ese día, los hombres comenzaron a honrar a Bara antes de cualquier viaje o decisión importante, sabiendo que él tiene el poder de abrir las puertas correctas o cerrarlas para siempre.

Este pataki resalta la sabiduría de Bara, mostrando cómo su astucia y capacidad para manipular los caminos enseña a los seres humanos a elegir con cuidado y responsabilidad. Aunque travieso, Bara siempre está dispuesto a ayudar a aquellos que le consultan con sinceridad.

📜 Patakís narrados por Pae Roberto de Xango Aganshu 🔥⚡

Cada historia aquí contada nace del respeto y la fe en los Orixás, transmitiendo su esencia, su poder y su enseñanza. Que cada palabra ilumine tu camino y fortalezca tu espíritu. Saravá e axé! 🙌🏾✨